Hace dos años y pico adopté a Elsa Pataki (te puedes reír a gusto, no espero menos) una shih tzu gris y blanca 100% de raza. Cuando llegó a casa tenía la cara hinchada, los ojos con el reflejo de la mayor pena que puedas imaginar, el cuello con una contractura. No sabia subir escaleras y estaba enfadada con el ...
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